jueves, 30 de marzo de 2006

La odisea de la red

Artículo rescatado del pasado y con la fecha ajustada a la de su publicación original.

Artículo que narra las tribulaciones que padecí por aquellos días para conseguir una conexión estable a la “Red de Redes”. Curioso cuanto menos, y desgraciadamente, no es algo que no ocurra en estos días a decir verdad...

Saludos.

Con un sentimiento de pura y simple prudencia, voy a intentar explicar los motivos de mi desaparición del mapa.

En primer lugar explicar que yo tenía conexión con Retevisión, concretamente con Eresmas, con los cuales no tuve ni un problema en todo este tiempo.

He de matizar, que al alta fue difícil, pero en este caso, no fue culpa de ellos. Eran otros tiempos, donde todavía no se había extendido el micro-filtro, por lo que todo el mundo tenía que esperar a que telefónica se dignara a instalar el splitter en tu casa, cuestión de la que solo ellos podían encargarse, dado que son los propietarios de la línea de teléfonos.

Tras una inmensa pelea que acabó solventándose, conseguí una conexión estable, y con router, dado que afirmaba en aquellos entonces, y sigo afirmando, que los módems ADSL son una porquería. No he visto ni uno que vaya bien.

Eventualmente, Eresmas quedó absorbida por Wanadoo. Yo sinceramente no tenía muy claro si esto era una buena o una mala noticia.

Aun así, acepté las circunstancias y seguí haciendo uso de sus servicios. La situación fue más o menos bien, pero a mediados de noviembre de este año la cuestión se torció.

Desde esas fechas, la conexión se perdía diariamente desde las 14:00 hasta las 00:00 aproximadamente. El error en cuestión era una pérdida de sincronismo ADSL.

Los escudos humanos, quiero decir los tele-operadores, me realizan las cuestiones de rutina. Cuestiones del estilo de “¿se ha asegurado usted de que los cables están bien puestos?” a lo que yo respondo “vamos a ver, ¿Conoce usted algún modelo de cable que se estropee y auto repare con horario establecido?”

Estos trabajadores tan felices deciden abrirme una incidencia, la cual otros trabajadores aun más felices deciden cerrar un par de días más tarde. Eso sí, sin arreglar el fallo.

Yo vuelvo a llamar a estos señores y ellos muy encantados deciden abrirme otra incidencia. Los otros, los que las leen, o eso dicen ellos, deciden cerrarla de nuevo.

Y con esta rutina tan divertida, llegamos a finales de diciembre con unas 8 o 10 incidencias abiertas. Sospecho que ellos hacían las pruebas por la mañana, cuando había conexión, y como había conexión, volvían a cerrar la incidencia creyendo erróneamente que todo estaba bien. El hecho de que yo llamara diariamente explicando el “horario de mal funciones” parece ser que no fue relevante, o eso, o no leen las incidencias… elijan ustedes.

El 27 de diciembre, cansado ya de estos debates decido darme de baja de esa compañía que “tan bien me ha atendido”. Cuando me pongo en contacto con el departamento de bajas, esos señores, aun más felices, me explican que ellos sí podrían mandarme a un técnico a arreglar el problema. Obviamente les pregunté por qué no lo hicieron los técnicos. Su respuesta fue que solo el departamento de bajas puede hacer dicho trámite. Es decir, sintetizando, que para que alguien te haga caso en esa compañía, es necesario amenazarles con largarte. La baja quedó consumada con aun más indignación por mi parte. Ese mismo día decido darme de alta con Jazztel.

El 6 de enero pierdo definitivamente la conexión con Wanadoo como parte del proceso de baja. Obviamente, mis cuentas de correo y la antigua dirección de la sauna también habrán de quedar inhabilitados.

Pasan los días y los de Jazztel no me hacen ni siquiera la grabación de voz, y eso que les informé de que no soy el titular de la línea de teléfonos y por lo tanto dicha grabación es estrictamente necesaria.

Con el tiempo, comprendí que ellos habían asumido que la grabación de mi llamada de alta es válida, aun habiéndoles advertido de que no lo era.

Jazztel también me explica que no pueden hacer el alta de Internet dado que el bucle no lo cede telefónica. Llamo a telefónica y ellos me dicen que el bucle lo tiene Wanadoo, y parecen no tener demasiadas intenciones de soltarlo.

Entonces, mi objetivo a putear entonces pasa a ser de nuevo esa maravillosa compañía que es Wanadoo.

Y así pasan más días, bronca diaria tras broca, hasta llegar al 15 de febrero. Entonces, en esa llamada, me tropiezo con una tele-operadora que parece tener algo más de potestad, conocimiento, suerte, o vaya usted a saber. El bucle queda liberado, en unos 10 minutos, cosa que sus compañeros no eran capaces de realizar en 2 meses.

Mientras tanto, los de Jazztel siguen sin hacer la grabación de voz, y el proceso de alta sigue congelado.

Siguen pasando más días y estos ni se mueven. Más tarde, por lo que entendí de las explicaciones de los tele-operadores, los de Jazztel habían hecho un cambio de programa, y el nuevo programa exigía un orden muy preciso en el proceso del alta. En dicho orden, el alta de Internet era una de las últimas, dando más prioridad a la marcación automática. Según decían estos, la marcación automática es necesaria para conectar a Internet, y por eso la piden. Cualquiera que tenga algo de conocimientos del tema, podrá rebatir dicha absurda afirmación, por no llamarla excusa.

Aun con el bucle despejado y todo, estos no son capaces de realizar el alta. Es más, ni siquiera me enviaron el contrato, dado que según decían ellos, también había problemas con eso. Realicé un amago de anulación con Jazztel para que pe pasaran con el departamento de bajas. Los de baja, me ofrecen un descuento del 50% durante 2 meses, o un 100% durante un mes. El 9 de marzo, cansado de tonterías decido anular la prácticamente inexistente alta con Jazztel e iniciar un alta con Ya.Com.

Ya.Com, en la primera llamada, realizan la marcación de voz, al día siguiente tengo el contrato en mi correo electrónico. Ya.Com me garantiza que si no tengo el alta en un mes, con o sin bucle liberado, no pagaré la primera mensualidad. El día 24 de marzo ya tengo el router en mi casa y estoy conectado.

Las conclusiones se las dejo al lector de este artículo, si es que hay alguien que haya aguantado esta pesadez hasta aquí. No pretendo afirmar que a todos les vaya a ir tan bien como a mí con Ya.Com. Cada persona tiene una suerte distinta con los tele-operadores y con las compañías.

En cuanto a Jazztel, dejando esto remarcado como una opinión y no como un hecho, tengo la impresión de que fallan al haber lanzado una oferta muy tentadora, pero no tener suficientes tele-operadores y personal técnico cualificado para poder encargarse de la afluencia masiva de clientes. Para añadir más problemática al asunto meten ese programa nuevo tan rígido, lo cual ralentiza todavía más las altas. Ya.Com, como algunas otras compañías, realizan el alta de cada servicio independientemente, por lo que según se van consiguiendo se van activando. Darle prioridad a la marcación automática es un despropósito, porque los que buscan darse de alta en un proveedor de Internet es, precisamente, tener Internet.

Pero, ¿Qué es lo que origina este desatino? La respuesta no son ni los tele-operadores ni los técnicos. La respuesta se encuentra en los cargos superiores, que en muchos casos toman las decisiones sin tener en cuenta las consecuencias. Y lo que es peor, cuando los de abajo, es decir, tele-operadores y técnicos les informan de los posibles errores, prefieren pensar que ya se calmaran las aguas y dejar las cosas seguir acaben como acaben.

Esta afirmación no solo afecta a los proveedores de Internet, también afecta a muchos otros sectores que usan tele-operadores y otro tipo de empresas por una simple razón, a saber, que los que toman las decisiones no se comen las consecuencias, los gritos, se los llevan los tele-operadores, que para eso son escudos humanos.

En cualquier caso, voy a concluir con esta disertación sobre la incompetencia de ciertos proveedores de Internet en España. Estoy seguro de que los más pacientes habrán leído historias como esta más de una vez.

Nos veremos en otro de estos artículos si todo sigue saliendo igual de bien con Ya.Com.

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